15 enero, 2011

Autoreflexión

Duele amar a alguien y no ser correspondidos, pero lo que es más doloroso es amar a alguien y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona lo que sientes. Tal vez es necesario que conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta para que al fin cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo. 

Una de las cosas más tristes de la vida es cuando conoces a alguien que significa todo y solo para darte cuenta que al final, no era para ti y lo tienes que dejar ir. 

Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros. 

Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos. 

Darle a alguien todo tu amor nunca es un seguro de que te corresponderán, pero no esperes que te correspondan; solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece sé feliz porque creció en el tuyo. 

Hay cosas que te encantaría oír que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sorda(o) para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón. Nunca digas adiós si todavía quieres tratar. Nunca te des por vencida(o) si sientes que puedes seguir luchando. Nunca le digas a una persona que ya no la amas si no puedes dejarla ir. 

 El amor llega a aquél que espera, aunque lo hayan decepcionado; a aquél que aún cree, aunque haya sido traicionado; a aquél que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado ; y a aquél que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo. 

El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos, y no tratarlos de voltear con nuestra propia imagen, porque entonces solo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos. 
  
No vayas por el exterior, este te puede engañar; no vayas por las riquezas porque aún eso se pierde; ve por alguien que te haga sonreír, porque toma tan sólo una sonrisa para hacer que un día oscuro brille. 

Sueña lo que quieras soñar; ve adonde quieras ir; sé lo que quieras ser; porque tienes tan sólo una vida y una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer. 

Las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo; sólo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino. 

La felicidad espera por aquellos que lloran, aquellos que han sido lastimados, aquellos que buscan, aquellos que tratan. Porque solo ellos pueden apreciar la importancia de las personas que han tocado sus vidas. No puedes ir feliz por la vida hasta que dejes escapar tus experiencias negativas pasadas y los dolores de tu corazón. 

Por lo tanto, como todas las enseñanzas de la vieja escuela de la vida, ésta es una más, pero depende de nosotr@s sacar partido de esos principios, en el que uno de ellos sería: 

"No se llega a vivir plenamente, hasta que no te han lastimado el alma". 

Luego, tras un duelo más o menos largo, viene la recuperación y, sientes como tu alma ha sido bendecida,por el tierno y comprensivo roce de las alas de un ángel,que te ayudará para resurgir de tus cenizas y, olvidar que un día injusto, alguien al que amastes (y volcastes toda tu confianza), te cortó tus alas, sin ningún tipo de compasión ni dolor. Y, porque aunque nuestro corazón no piense, también, en casos extremos, existe la crueldad maquillada por el desamor que, en algunos casos, sólo es una tapadera para seguir perpetuando la búsqueda de (sensaciones) una felicidad que no encuentran. 

Cuando se pasa por un trance de vacío, tras un período de tiempo, se utiliza la razón y la templaza que, te ayudará a regresar a ese escalafón dónde podrás encontrarte a tí mismo. Se dice que, "somos más amigos de nosotros mismos". Nos perdonamos y, perdonamos a la persona que un día nos hizo tanto daño. 

Como consecuencia de ello, te haces más consciente de las buenas personas, y las valoras más, ya que has conocido lo malo y, es más fácil discriminar. 

Aprendemos a percibir el valor de la vida, la felicidad que envuelve las pequeñas cosas de nuestro entorno y, una vez más, somos más autoconscientes de lo inmensamente corta que és la vida, como para desperdiciarla en un contínuo duelo sin sentido, que sólo nos estancará en la tristeza y la amargura. 

Asi pues, "arranquemos de nuestro corazón ese desamor, amemos la vida y a las buenas personas que nos rodean". Eso es la felicidad, esos pequeños momentos de nuestra existencia que a veces, no le damos importancia, nos aportan plenitud y, dependen de nosotros mismos. 
  
"LA ESENCIA DE LA VIDA ES EL AMOR, EN TODAS SUS MANIFESTACIONES" 

Sólo quiero que recuerdes que hay alguien pensando en tí 
en este mismo minuto, en este mismo segundo...
Es cierto soy yo... pero eso cambia algo?

1 comentario:

  1. Gracias Michell Chartt por abrirme los ojos y ayudar a sanar mi corazón en estos momentos, te quiero mucho nena :)

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